lunes, 18 de noviembre de 2013

OJOS QUE NO VEN, CORAZÓN QUE NO SIENTE


Enciendo el televisor y veo como miles de personas pierden la vida y no tienen nada que llevarse a la boca. Cuál es la causa os preguntareis… las guerras, conflictos políticos, explotación de países tercermundistas… Al fin y al cabo las víctimas son siempre las mismas. Ese tipo de personas sin recursos de países subdesarrollados.
Esto no es pura casualidad, este tipo de países son los más ricos en materias primas y recursos naturales, tales como el petróleo. Que hacen que sirva de atractivo para los países con más poder adquisitivo. Comienzan explotando poco a poco a estos lugares y se expanden como una epidemia hasta el punto de que los propios ciudadanos se matan entre ellos por sacar tajada y salir beneficiados ellos también.
Lo más triste de estas situaciones es que los altos cargos capitalistas que llevan a cabo todas estas operaciones, enmascaran sus verdaderas intenciones detrás de mentiras más caritativas.
Con todo esto, lo que conseguimos es que estos países continúen hundiéndose en la pobreza en lugar de avanzar hacia nuevas vías de desarrollo.
Curiosamente nuestra reacción más habitual cuando vemos este tipo de noticias, es a apagar el televisor o cambiar de canal. Es casi como un impulso natural para querer desentendernos del tema y no aceptar que es lo que está ocurriendo realmente en el mundo en que vivimos.
Si le preguntas a la mayoría de la gente, todos utilizan la respuesta comodín: “una sola persona no es capaz de cambiar todo lo que está pasando en el mundo”.  Lo que no se dan cuenta es que si sumamos a todas la gente que opinan lo mismo, podríamos llegar a movilizar un gran número de personas y así conseguir un beneficio a cambio.
Si el problema no es el número de personas que están a favor de movilizarse, ¿Cuál es el verdadero problema? En mi opinión y como antes he mencionado, el gran problema es que la gente quiere desentenderse de lo que ve, no quiere asumir que hay personas que lo están pasando peor que nosotros y por tanto dan excusas vacías, dándonos a entender que estarían dispuestos a hacer algo, cuando en realidad no es así, lo único que quieren apartar el tema o esquivar la pregunta llevándola a otro terreno y volver a su estado de ignorancia.
Otro punto que queremos remarcar, es que nosotros no somos capaces de ver más allá de nuestra propia burbuja: trabajo, estudios, amistades, familia… Estamos centrados en nuestros propios problemas y lamentablemente no queremos ver que existen problemas a mayor escala, que en comparación con estos de los que estamos hablando, los nuestros son insignificantes.
No somos conscientes de lo que ocurre en nuestra realidad, mejor dicho, de la única realidad de la que somos conscientes es de la nuestra, y no de la del resto de las personas. Haciendo referencia a esa gente que no dispone de recursos para llevar una vida acorde con lo que se merece.

Excusas aparte, la verdad es que por algo se empieza y que cada uno aportando nuestro granico de arena podemos llegar a alcanzar las metas que nos propongamos. Siempre y cuando estemos dispuestos a quitarnos la venda de los ojos y hacer frente a la cruda realidad.

domingo, 17 de noviembre de 2013

FAMILIAS Y TIPOS

Generación tras generación nos damos cuenta que las familias han ido reduciéndose de tamaño, a la par que nuestra calidad de vida va mejorando.  Yo provengo de dos familias muy grandes. En caso de mi abuela materna  eran 11 hermanos  y la paterna 9. La familia de mi padre 7 hermanos y mi madre 4. Finalmente en al mía 2 hermanos. Como podemos ver el tamaño ha reducido mucho en muy poco tiempo. Esto no significa que una familia pequeña sea mejor que una familia grande, ni que una familia grande sea más animada que una pequeña. Es cierto que las familiares  han cambiado pero el espíritu  de  compartir la cosas  se sigue manteniendo. Si me pongo a recordar historias que me contaba mi abuela sobre su familia, siempre se repita a misma escena a la hora de comer. Toda una familia de agricultores sentados alrededor de un gran caldero lleno de comida. En estas comidas familiares, se promovía ese espíritu de generosidad que adoptan todas las familias grandes. Cada miembro tenía su ración y no podía excederse ya que no era una familia con mucho dinero, pero en su mesa siempre había sitio para un invitado mas. Unido a esto, cuando nos hablan de las familias de nuestros abuelos o abuelas nos vienen a la cabeza imágenes de una familia alborotadora hablando y riéndose, compartiendo  una familia más unida en ese aspecto.
Por otra parte el hecho de que antes las familias fuesen tan amplias podía crear cierto distanciamiento entre hermanos por el hecho de la diferencia generacional. En algunos casos la diferencia entre el hermano mayor  y el pequeño podía ser de 10 años, por lo que los lazos que se formaban no eran tan intensos como los que podemos tener  ahora con hermanos.  Esto que acabo de mencionar es un de las bases por las que las familias de hoy en día se mantienen igual de unidas que antes. Al ser un número de familia más reducido los lazos que se establecen entre estos son muy fuertes. Hoy en día un hermano es también un amigo, alguien con el que as compartido la mayoría de momentos importantes en tu vida y algún al que le puedes contar cualquier cosa sin miedo a que te juzgarte. Lo mismo podría aplicarse a la relación de padres e hijos.
En mi casa hemos seguido con esa tradición de aceptar uno más entre nosotros siempre que sea posible. Gracias a esto en los últimos 4 años he podido convivir con diferentes miembros de mi familia, como mis primos. En esta convivencia se puede apreciar la gran diferencia entre hijos únicos e hijos con hermanos. En mi caso (no quiero decir que todos sean así) los hijos únicos Comparado con los hijos con hermanos  eran mucho más cerrados a la hora de relacionarse en la mesa  por ejemplo.  Por otra parte, con los primos que he convivido que a su vez tenían hermanos, también eran mucho más independientes , tenían más iniciativa a la hora, de hacer las tareas del hogar u otras actividades. En resumen, eras mas colaboradores y solidarios con las tarea de casa.

Visto las grandes diferencias que hay entre familias numerosas y  pequeñas, podemos concluir que cada una aporta cosas diferentes a las personas que la forman y que no son mejores o peores según el tamaño, sino que lo importante es siempre mantenerse unido y apoyándose mutuamente, pues ese es el verdadero objetivo de una familia.
DESDE OTRO PUNTO DE VISTA…

Viernes por la noche es la hora de cenar,-“ oye habrá que ir a cenar algo o qué?”- Sugieren los mas hambrientos. Aquí llega la gran pregunta de la noche: vamos a algún Bar del barrio o al MCauto? Esto lo podemos traducir  así: ¿Andando o en coche? , como de costumbre la gran mayoría decide ir en automóvil, cómo no. Tras una  dulce velada a la luz de una gran M amarilla y como música de fondo los pitidos del tráfico, surgió una discusión acerca de los coches. Algunos sugerían que deberíamos caminar más a la tarde, repetían que nos habíamos vuelto unos comodones depuse de habernos sacado el carnet de conducir .Como es habitual los otros insistían en la idea de que el coche solo lo usábamos para ir a cenar los fines de semana, como ocasión especial. Poco a poco la discusión fue desviándose y para cuando quisimos darnos cuenta terminamos hablando de la contaminación del medio ambiente, el cambio climático…  Si ahora mismo preguntara en el parking sobre ello todo el mundo tendría una  opinión acerca   de este problema, y todos apoyarían la idea de cambiar el planeta reciclando o reduciendo la polución, incluso la persona que está comiendo unas hamburguesa en su coche con el motor encendido… a raíz de esto sur guio la idea de que la contamiacion  era un problema “Primermundista”. Las personas pobres no están preocupadas por la contaminación, por la emisión de CO2 o por los casquetes polares, tienen otro tipo de problemas como alimentar a sus familias o encontrar trabajo para llevar una vida digna. ¿Quién va a preocuparse sobre el ecologismo cuando van a quitarle la casa?
Esto podemos verlo desde dos puntos de vista. El primero son las personas a las que no les importo contaminar, ellos pueden ir a cualquier lado en coche, pueden contaminar cuanto quieran y mas, ya que no sufren las consecuencias de estos actos. Esto se debe a una falta de visión de futuro. ¿ a quién le importa si yo contamino si total yo ya estaré muerto para cuando el problema no tenga solución?
El segundo punto de vista es la situación anteriormente nombrada. “Que me resuelve a mi no contaminar, por el hecho de que las futuras generaciones no sufran, si ahora no tengo forma de sobrevivir?” La primera situación, y la más importante en mi opinión es la que se caracteriza por el egoísmo. No podemos contaminar por simple comodidad, no debemos pensar que el problema no existe simplemente porque nosotros no lo veamos. Cambiar un gesto en nuestras vidas como ir andando o en bicicleta puede beneficiar al planeta más de lo que pensamos.
El segundo punto de vista es difícil de manejar, la gente le da prioridades a sus problemas y dejan en un segundo plano muchos otros, de esto se derivan otras cuestiones como la mala alimentación, falta de sueño, en definitiva los hábitos de vida saludable pasan a un plano secundario.Por desgracia con la época de crisis en la que vivimos esto surge con más frecuencia de lo habitual, es simple instinto de supervivencia.
La falta de ecologismo es un problema grave porque el que tiene recursos  quizás no esta concienciado o no quiere verlo y muchos otros que probablemente  estén concienciados, en este momento de su vida no es una prioridad.


JÓVENES TELEVISORES

El pasado sábado llegue a casa, tras una mañana de paseo en bici por el valle de Aranguren aprovechando el día soleado que hacía, con la intención de pasar un rato con mis primos pequeños antes de la hora de la comida, pero al entrar en casa lo único que me encontré fue un chico y una chica (pasando la mañana) delante del televisor sin nada que decirse. Tras ver aquella situación en casa, decidí preguntarles a mis primos sobre el tiempo que le dedicaban a la televisión y después de unos minutos de conversación mi prima me contó que muchas chicas de su clase quedaban a la tarde ,después de jornada en el instituto ,cerca del colegio porque  ahí  tenían wiffi libre y dedicaban las horas a chatear o reírse con videos que habían recibido por whats app.
Generación tras generación las horas que la dedicamos las personas a estas tecnologías aumenta a un ritmo descontrolado. ¿Quién no ha oído a su hermano pequeño o algún otro miembro de la familia pedir un móvil antes de los 12 años? A esa edad tengo muy buenos recuerdos con mis amigos de la plaza jugando en la calle, recuerdos que las futuras generaciones no tendrán si aumenta esta dependencia a las máquinas.

Esta imagen hace replantearse las horas que tiramos a la basura intentarnos evadirnos del aburrimiento o de nuestras propias preocupaciones, aislándonos en las nuevas tecnologías. ¿Por qué tenemos la necesidad de acudir a una vía de escape      como la     televisión? En mi opinión este gesto no es más que un reflejo de la falta de interés o curiosidad que tenemos por  otros aspectos de la vida. Preferimos anestesiar nuestras mentes viendo programas de cotilleo o reallyties y pasar el rato sin pensar en el tiempo que estamos desaprovechando. Pensar en ello sería incluso peor, ya que eso solo es añadir más cargas  a nuestras vidas por lo que tendríamos más razones todavía para distraernos delante del televisor.  
Creo que el problema reside en la pereza. Es muy fácil levantarse una mañana y pensar que debo hacer esta tarea  o la otra y como no me apetece , me tumbo  un  en el sofá para distraerme un rato, pero para cuando nos queremos dar cuenta hemos visto 5 capítulos seguidos de la misma serie. En ese momento es cuando surge esa sensación de haber tirado el día a la basura. Irónicamente luego nos quejamos de no tener tiempo para nosotros mismos y nos estresamos muchísimo en épocas de mas trabajo , como por ejemplo en exámenes. Dedicarle unos minutos al día a reflexionar sobre las horas invertidas en el ordenador, televison, móvil …  nos podría ayudar a mejorar. Aunque este punto de vista parezca algo negativo, tiene muy fácil solución. Siempre hay algo que hacer en casa, charlar con alguien, leer un libro o simplemente bajar a la calle a echarte un café , cualquier cosa que hagas después de haber apagado el televisor te sentara mejor, ya que habrás vencido la pereza.
Con este texto no quiero decir debamos tirar el televisor al contenedor, sino que tenemos que controlar las horas que estamos expuestos a ella o buscar alternativas más productivas



y divertidas, sacarle el máximo partido posible a las horas del día, coger esa apatía y transformarla en ganas de vivir.

A partir de ahora voy a empezar a aplicar estos principios en mi. No quiero volver a sentir esa sensación que a veces me ocurre al meterme a la cama y pienso que he desaprovechado el día. Espero que estéis conmigo y lo intentéis también.


AUTOBIOGRAFIA

Me llamo Iñigo Perales Barriendo, nací hace 20 años en Pamplona, aunque prácticamente he pasado toda mi vida en un pueblo llamado Mutilva. Cuando era pequeño vivíamos en Mendillorri, un pequeño barrio de Pamplona. Ahí es sonde estudié primaria  e hice mis primeros amigos de los cuales 4 de ellos siguen siendo de mi cuadrilla. La verdad es que de la ikastola no tengo muchos recuerdos, la mayoría son en el patio a la hora del recreo jugando al baloncesto con los amigos, que resulta que éramos los únicos del curso a los que les gustaba este deporte.

Mi vida en general ha trascurrido alrededor de este deporte, ya que es el “deporte familiar” por llamarlo de alguna manera. Mi padre y toda su familia  practicó baloncesto de joven y mi hermano también, por lo que os podéis imaginar la pena que supuso que yo lo dejara hace 4 años.
Volviendo al tema anterior, como os iba contando, a los 7 años nos fuimos de Mendillorri y pasamos a vivir a Mutilva. A esa edad no podía comprender porqué mis padres habían decidido cambiarse de casa y alejarme de mis amigos, era algo que no tenía sentido para mí y los odiaba por ello. Viéndolo ahora me parece una situación divertida ya que pensaba que simplemente lo hacían por alejarse de mi vecina loca del tercer piso.
Este cambio por una parte fue duro para mí, pero por otra parte me ayudo a mejor lazos con mi hermano pequeño. Mi hermano siempre ha sido una persona muy poco habladora, pero con muy buena mano para dar consejos si consigues que se abra, sin duda a salido ha mi padre. Si tuviera que describir a mi padre, diría que es un hombre serio, con un sentido del humor un poco extraño pero que me resulta muy gracioso cuando conoce gente nueva ya que en general la gente no sabe cómo reaccionar a sus comentarios, si riéndose o callándose  por lo que ponen unas caras de los más extrañas de lo nerviosos que están.
El último miembro de la  familia es mi madre. Todos los días al mediodía mientras comíamos mi madre nos contaba algunos de los casos que había visto en el hospital, y yo que siempre quería saberlo todo me pasaba toda la comida preguntándole cómo había conseguido curar al enfermo y cómo debía curarlos. Creo que fue en esa época, aunque aun no lo sabía, cuando me despertaron las ganas de estudiar ciencias de la salud.
Continuando con mi vida académica, al terminar la ikastola pasé al instituto Askatasuna de Burlada.  Deje varías amistades en Mendillorri cuando pasé a la ESO pero forme muchas otras nuevas en el instituto, aunque al cabo de los años te das cuenta de que por mucho que pasen los años los lazos con viejos amigos nuca se rompen del todo. Estos años de mi vida pasaron como los de cualquier otro adolescente, mucho divertirse y poco estudiar. Año tras año haces memoria y ves como pasas de ser un simple chaval de primero de la ESO, al que solo le importan los deportes y salir con los amigos de fiesta, a un chico que poco a poco se plantea preguntas como ¿qué quiero hacer en la vida? O dónde me veo a mí mismo dentro de unos años.

Sin duda estos pensamientos me han llevado hasta la universidad, y por suerte a realizar una carrera que me gusta. Es verdad que originalmente quería empezar enfermería, pero me he dado cuenta de que nutrición es la carrera con la que quiero acabar mis estudios.