JÓVENES TELEVISORES
El pasado sábado
llegue a casa, tras una mañana de paseo en bici por el valle de Aranguren
aprovechando el día soleado que hacía, con la intención de pasar un rato con
mis primos pequeños antes de la hora de la comida, pero al entrar en casa lo
único que me encontré fue un chico y una chica (pasando la mañana) delante del
televisor sin nada que decirse. Tras ver aquella situación en casa, decidí
preguntarles a mis primos sobre el tiempo que le dedicaban a la televisión y
después de unos minutos de conversación mi prima me contó que muchas chicas de
su clase quedaban a la tarde ,después de jornada en el instituto ,cerca del
colegio porque ahí tenían wiffi libre y dedicaban las horas a
chatear o reírse con videos que habían recibido por whats app.
Generación tras
generación las horas que la dedicamos las personas a estas tecnologías aumenta
a un ritmo descontrolado. ¿Quién no ha oído a su hermano pequeño o algún otro
miembro de la familia pedir un móvil antes de los 12 años? A esa edad tengo muy
buenos recuerdos con mis amigos de la plaza jugando en la calle, recuerdos que
las futuras generaciones no tendrán si aumenta esta dependencia a las máquinas.
Esta imagen hace
replantearse las horas que tiramos a la basura intentarnos evadirnos del
aburrimiento o de nuestras propias preocupaciones, aislándonos en las nuevas
tecnologías. ¿Por qué tenemos la necesidad de acudir a una vía de escape como la televisión? En mi opinión este gesto no es más
que un reflejo de la falta de interés o curiosidad que tenemos por otros aspectos de la vida. Preferimos anestesiar
nuestras mentes viendo programas de cotilleo o reallyties y pasar el rato sin
pensar en el tiempo que estamos desaprovechando. Pensar en ello sería incluso
peor, ya que eso solo es añadir más cargas a nuestras vidas por lo que tendríamos más
razones todavía para distraernos delante del televisor.
Creo que el problema
reside en la pereza. Es muy fácil levantarse una mañana y pensar que debo hacer
esta tarea o la otra y como no me
apetece , me tumbo un en el sofá para distraerme un rato, pero para
cuando nos queremos dar cuenta hemos visto 5 capítulos seguidos de la misma
serie. En ese momento es cuando surge esa sensación de haber tirado el día a la
basura. Irónicamente luego nos quejamos de no tener tiempo para nosotros mismos
y nos estresamos muchísimo en épocas de mas trabajo , como por ejemplo en exámenes.
Dedicarle unos minutos al día a reflexionar sobre las horas invertidas en el ordenador,
televison, móvil … nos podría
ayudar a mejorar. Aunque este punto de vista parezca algo negativo, tiene muy
fácil solución. Siempre hay algo que hacer en casa, charlar con alguien, leer
un libro o simplemente bajar a la calle a echarte un café , cualquier cosa que hagas
después de haber apagado el televisor te sentara mejor, ya que habrás vencido
la pereza.
Con este texto no
quiero decir debamos tirar el televisor al contenedor, sino que tenemos que controlar
las horas que estamos expuestos a ella o buscar alternativas más productivas
y divertidas,
sacarle el máximo partido posible a las horas del día, coger esa apatía y
transformarla en ganas de vivir.
A partir de
ahora voy a empezar a aplicar estos principios en mi. No quiero volver a sentir
esa sensación que a veces me ocurre al meterme a la cama y pienso que he
desaprovechado el día. Espero que estéis conmigo y lo intentéis también.
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